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Un break para innovar

Démonos un break y salgamos de lo mismo de todos los días.
Movamos al mundo con ideas nuevas.

Flor Aragón

Atraída desde pequeña por el increíble oficio de contar historias, comencé mi carrera en publicidad hace más de 20 años. Esto me llevó a poder conjugar mi carrera como comunicadora y mi pasión por la escritura. 

Delmy Alvarenga

De pequeña quería ser como Jacques Cousteau
y nadar con delfines por el mar infinito. Pronto descubrí que lo mío no era el agua sino que los abstractos océanos de la imaginación. 

La historia detrás del «break»

Noviembre de 2015

Démonos un café para innovar

Después de 1 año y medio fuera de El Salvador, al regresar me reuní con Flor Aragón, directora creativa con quien trabajé durante el 2012 en Apex BBDO.

Ella estaba culminando una relación de 20 años con esa agencia creativa y yo estaba explorando ideas para el futuro.

Nos juntamos en un bar para compartir las experiencias, las historias y los sueños. En la conversación nos dimos cuenta de que juntas podíamos crear algo más grande que nosotras mismas: queríamos una agencia que desafiara los límites, que fusionara estrategia y narrativa de manera innovadora.

Fue entonces cuando surgió la idea de construir un negocio enfocado en «Estrategias y narrativas de marca».

Una travesía extraordinaria

Decidimos tomar el timón de nuestro destino y construir algo que reflejara nuestra pasión por la creatividad auténtica y la narración de historias impactantes.

Meses después, nuestra visión se convirtió en una realidad. Desde aquel primer encuentro, generamos múltiples sesiones de trabajo para diseñar nuestro modelo de negocio y metodologías propias para construir un espacio donde la estrategia y la narrativa se entrelazan para dar vida a marcas con propósito, que inspiran y conectan con las personas de manera profunda y significativa.

El viaje fue recordatorio constante de que la colaboración, la pasión y el deseo de desafiar lo establecido pueden dar forma a algo verdaderamente extraordinario.

En cada proyecto, en cada historia contada, vemos la huella de esa reunión, el punto de partida de nuestro propósito. Y hoy, mirando hacia atrás, recuerdo ese momento como el inicio de un viaje increíble, lleno de desafíos, aprendizajes y, sobre todo, de la alegría de crear algo único y valioso.

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Nace una marca

Abril 2016

Crear nuestra propia historia

Antes de poder dibujar siquiera un poco, necesitábamos tener clara nuestra propuesta de valor.

El propósito estaba definido: construir historias de marca.

Ideamos el nombre y después de un tiempo, Flor resaltó nuestra característica más común: ambos amamos el café y las historias surgen – no en una sala de conferencias – sino que compartiendo con personas, tomando café.

Lo teníamos claro: antes de hablar en escenarios formales e impersonales, nuestro enfoque sería invitar a nuestros clientes a un tomarse un descanso para tomar café. Y en la confianza que genera la conversación casual, hablar sobre sus problemas, aspiraciones y desafíos en sus negocios.

Así es como «Coffee Break» se convirtió en el nombre, en un concepto, en un lugar donde las conversaciones se volvían profundas, donde los sueños se tejían con la esencia del café y las historias cobraban vida con cada sorbo.

Esa decisión de hacer del café el centro de nuestras interacciones no solo definió nuestra forma de trabajar, sino que también encarnó nuestra filosofía: la verdadera creatividad nace de la autenticidad y la conexión humana.

Un punto de partida único y personal

Desarrollar la identidad e imagen se convirtió en un viaje personal. No solo estaba creando el «logo» de una agencia, estaba definiendo un espacio donde la creatividad y la conexión humana se fusionarían en las conversaciones con una taza de café.

Quería algo más que representase una reunión tradicional: buscaba un símbolo que representase a las ideas como un flujo constante y natural, que reflejara confianza y autenticidad.

Cuando el café se vueve demasiado «café»

No estaba segura sobre qué tanto ‘café’ debería reflejar la identidad de la marca, así que dejé que mi mente creativa se alejara del aspecto literal del «café» y conceptualizar una imagen más icónica sobre lo que significa «unificar historias dentro de un café».

Una ventana hacia la imaginación

Finalmente, imaginé nuestro «Coffee Break» como mundo donde cada taza que deja una marca en la imaginación de las personas.

Cada marca sería entonces una ventana de innovación que evoca sonrisas y despierta la chispa de la imaginación.

Cada taza de café sería más que una pausa: sería el catalizador de ideas innovadoras.

Nuestro logo sería el símbolo de nuestro compromiso con la autenticidad y la creación de historias impactantes, porque con cada taza, cada «Coffee Break», encontraríamos la esencia de las marcas y los convertiríamos en apasionados contadores de historias para conectar personas con personas.

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